domingo, 10 de junio de 2018

General Emiliano Zapata (Datos poco conocidos de su vida)


General Emiliano Zapata (Datos poco conocidos de su vida)

Después de que fue asesinado el General Emiliano Zapata el 10 de abril de 1919 en Chinameca. Después de muerto surgió la leyenda en la cual surgieron muchos mitos y realidades que se tejieron a su alrededor. A continuación, les voy a enumerar algunos datos poco conocidos del general:

“El General Emiliano Zapata acostumbraba fumar puro, que acompañaba con un buen coñac, le gustaba la cocina francesa y se permitía ciertos lujos. Era un pequeño propietario, dueño de su tierra y de algunos caballos, era un gran jinete y experto en las artes de la charrería”.

“El General pronunció varias frases que se hicieron célebres: “Revoluciones van, revoluciones vendrán, y yo seguiré con la mía”. “Esos que no tengan miedo que pasen a firmar”, invitando a sus hombres a poner su rúbrica en el Plan de Ayala. “La tierra es del que la trabaja”. “Para que nuestra revolución triunfe, será necesario que yo perezca antes”.

“Cuando Zapata y Villa ocuparon la ciudad de México, en diciembre de 1914, Zapata se rehusó a sentarse en la silla presidencial para fotografiarse, tal como lo había hecho Villa. Rechazó la invitación señalando: “la silla presidencial está embrujada, cualquier persona buena que se sienta en ella se convierte en mala”.

“El caudillo del sur era devoto del Padre Jesús, imagen venerada en la parroquia de San Miguel Arcángel, en Tlaltizapán. Se encomendaba a él antes de cada batalla y existen testimonios de gente de Morelos que asegura haber visto al Padre Jesús, como aparición, en las ancas del caballo de Zapata cuando se encontraba en peligro”.

“La Hacienda de Chinameca, lugar donde fue asesinado era sinónimo de muerte para los campesinos de Morelos. Los habitantes del pueblo de San Juan recordaban a su dueño como un hombre ambicioso y cruel que había despojado de sus tierras a los habitantes de los alrededores. Además, tenía una excéntrica afición: criar perros carniceros y convertirlos en un arma contra los indios que merodeaban”.

“En marzo de 1911, cuando decidió tomar las armas Zapata casi pierde la vida en Chinameca. En los linderos de la hacienda sostuvo un enfrentamiento contra las tropas federales del que logró salir bien librado, pero, desde aquel día, el caudillo vio con cierto recelo la hacienda y a lo largo de ocho años de lucha procuró evitarla. Además, a raíz de este altercado, decidió utilizar un doble y no hacer más apariciones públicas”.

“Luego del asesinato de Zapata, más de cincuenta oficiales del Ejército Libertador del Sur firmaron un manifiesto donde pedían la cabeza de uno de los artífices del asesinato Venustiano Carranza:”

“Tenemos una triple tarea: consumar la obra del reformador, vengar la sangre del mártir, seguir el ejemplo del héroe. Y esa tarea la hemos de cumplir, a despecho de retardatarios y traidores; por encima de la perversidad de Carranza, de la felonía de Pablo González y de Guajardo.

“El cadáver de Zapata fue sepultado en Cuautla, pero los campesinos de Morelos no creyeron en su muerte. Algunos señalaban que no era Zapata el hombre caído en Chinameca, sino su doble, pues no tenía una marca que el caudillo tenía en el pecho de nacimiento, tampoco le faltaba el dedo meñique de la mano derecha que había perdido frente a un toro en una corrida en Tucumán, nadie vio las cicatrices de una cornada en la pantorrilla derecha y de un balazo en la ingle que recibió, accidentalmente, cuando tenía 24 años”.


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