General Emiliano Zapata (Datos poco conocidos de su vida)
Después de que fue asesinado el General Emiliano Zapata el
10 de abril de 1919 en Chinameca. Después de muerto surgió la leyenda en la
cual surgieron muchos mitos y realidades que se tejieron a su alrededor. A
continuación, les voy a enumerar algunos datos poco conocidos del general:
“El General Emiliano Zapata acostumbraba fumar puro, que
acompañaba con un buen coñac, le gustaba la cocina francesa y se permitía ciertos
lujos. Era un pequeño propietario, dueño de su tierra y de algunos caballos,
era un gran jinete y experto en las artes de la charrería”.
“El General pronunció varias frases que se hicieron
célebres: “Revoluciones van, revoluciones vendrán, y yo seguiré con la mía”.
“Esos que no tengan miedo que pasen a firmar”, invitando a sus hombres a poner
su rúbrica en el Plan de Ayala. “La tierra es del que la trabaja”. “Para que
nuestra revolución triunfe, será necesario que yo perezca antes”.
“Cuando Zapata y Villa ocuparon la ciudad de México, en
diciembre de 1914, Zapata se rehusó a sentarse en la silla presidencial para
fotografiarse, tal como lo había hecho Villa. Rechazó la invitación señalando:
“la silla presidencial está embrujada, cualquier persona buena que se sienta en
ella se convierte en mala”.
“El caudillo del sur era devoto del Padre Jesús, imagen
venerada en la parroquia de San Miguel Arcángel, en Tlaltizapán. Se encomendaba
a él antes de cada batalla y existen testimonios de gente de Morelos que
asegura haber visto al Padre Jesús, como aparición, en las ancas del caballo de
Zapata cuando se encontraba en peligro”.
“La Hacienda de Chinameca, lugar donde fue asesinado era
sinónimo de muerte para los campesinos de Morelos. Los habitantes del pueblo de
San Juan recordaban a su dueño como un hombre ambicioso y cruel que había
despojado de sus tierras a los habitantes de los alrededores. Además, tenía una
excéntrica afición: criar perros carniceros y convertirlos en un arma contra
los indios que merodeaban”.
“En marzo de 1911, cuando decidió tomar las armas Zapata
casi pierde la vida en Chinameca. En los linderos de la hacienda sostuvo un
enfrentamiento contra las tropas federales del que logró salir bien librado,
pero, desde aquel día, el caudillo vio con cierto recelo la hacienda y a lo
largo de ocho años de lucha procuró evitarla. Además, a raíz de este altercado,
decidió utilizar un doble y no hacer más apariciones públicas”.
“Luego del asesinato de Zapata, más de cincuenta oficiales
del Ejército Libertador del Sur firmaron un manifiesto donde pedían la cabeza
de uno de los artífices del asesinato Venustiano Carranza:”
“Tenemos una triple tarea: consumar la obra del reformador,
vengar la sangre del mártir, seguir el ejemplo del héroe. Y esa tarea la hemos
de cumplir, a despecho de retardatarios y traidores; por encima de la
perversidad de Carranza, de la felonía de Pablo González y de Guajardo.
“El cadáver de Zapata fue sepultado en Cuautla, pero los
campesinos de Morelos no creyeron en su muerte. Algunos señalaban que no era
Zapata el hombre caído en Chinameca, sino su doble, pues no tenía una marca que
el caudillo tenía en el pecho de nacimiento, tampoco le faltaba el dedo meñique
de la mano derecha que había perdido frente a un toro en una corrida en
Tucumán, nadie vio las cicatrices de una cornada en la pantorrilla derecha y de
un balazo en la ingle que recibió, accidentalmente, cuando tenía 24 años”.
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