A las 9 de la mañana, las
fuerzas federales lanzan un contra ataque contra el Cerro de La Pila, tomado la
noche anterior, después de un combate muy duro se apoderan del cerro, teniendo
muchas bajas, los combates en el lugar se volvieron a repetir en su intensidad,
siendo estos muy sangrientos, varias veces fue tomado el cerro y varias veces
fue tomado por las fuerzas villistas, después, de un tiempo, por fin el cerro
cayó en manos de las fuerzas villistas a cambio de muchas bajas, los federales
sobrevivientes se reconcentraron en Gómez Palacio.
Durante la tarde, las fuerzas
de ataque del centro y del flanco izquierdo, suspenden sus fuegos, pero
conservan sus posiciones frente al enemigo. Mientras la artillería villista, al
mando del General Felipe Ángeles, se reconcentra en El Vergel, con el fin de
reabastecerse de granadas y saber los emplazamientos que van a materializar en
el terreno, para poder estar en condiciones de apoyar a las fuerzas que
atacaran Gómez Palacio por la noche.
Durante la tarde llega al
campamento villista, ubicado en El Vergel, el General José Isabel Robles,
acompañado de su Estado Mayor y una escolta integrada por 40 hombres, después,
poco a poco fueron arribando tropas de la Brigada “Robles”, integrada por 1,400
hombres, el General Villa ordeno, que se les dotara de municiones y que
estuviera lista para participar en el ataque a Gómez Palacio, que iba a llevar
a cabo por la noche de ese día.
Mientras tanto, los trabajos
de reparación de la línea ferrocarrilera siguen adelante y llegan hasta los
límites del patio de la Estación de Gómez Palacio, los federales al percatarse
de esos trabajos bombardeo la zona causando varios muertos y provocando que los
cañones “El Niño” y “El Chavalito” que se encontraban sobre plataformas de
ferrocarril, se reubicaran y abrieran fuego sobre la batería enemiga que
cañoneaba la zona.
Asimismo, el Cuartel General
villista, ordeno que todas las fuerzas desplegadas conservaran sus posiciones,
a excepción de la artillería que se encontraba en el campamento villista.
Durante ese tiempo la
artillería federal estuvo bombardeando la zona, sin ningún efecto práctico. A
las cuatro de la tarde, sale de Gómez Palacio, una fuerza de caballería
federal, integrada por 800 hombres, los cuales amagaron con atacar las líneas
villistas, llegando como a 800 metros de distancia de ellas.
El General Villa ordena que
las fuerzas a su mando se preparen para el combate, la caballería federal
avanza al trote y de repente se detiene, da media vuelta y regresa a la ciudad.
No se nota ningún movimiento en las líneas de defensa enemigas.
Después de una junta con los
jefes de las brigadas, el General Villa, resuelve que esa misma noche se
realice un ataque decisivo sobre Gómez Palacio. Asimismo, ordena, que las
fuerzas villistas lleven el ataque con el siguiente dispositivo de ataque.
El dispositivo del Centro,
estará al mando del General Tomas Urbina y estará integrado por las Brigadas “Morelos”,
“Villa”, “González Ortega” y “Guadalupe Victoria”, más la artillería, al mando
del General Felipe Ángeles.
El dispositivo de la derecha,
al mando del General Maclovio Herrera, integrado por las brigadas “Benito
Juárez”, “Cuauhtémoc” y parte de la “Juárez, de Durango”, con dos baterías de artillería,
al mando del Coronel Santibáñez.
El dispositivo de la
izquierda, estará al mando del General José Isabel robles, integrado por las
brigadas “Robles”, “Zaragoza” y Hernández o Leales de Camargo” y la izquierda,
por el General Robles, con las Brigadas Robles.
A las 6 de la tarde se inicia
el avance sobre la ciudad, con la Brigada “González Ortega” como vanguardia. El
General Francisco Villa, acompañado con parte de su Estado Mayor y de su
escolta, avanza sobre la Casa Redonda.
En toda la línea de ataque se
inicia combate, las tropas villistas abren fuego sobre las posiciones enemigas,
sin recibir ninguna contestación, esta acción se llevó a cabo varias veces, el
General Villa al ver esto, ordena un reconocimiento de la ciudad, entonces se
sabe que los federales habían evacuado Gómez Palacio y se habían reconcentrado
en Torreón.
Durante la noche, las tropas
villistas ocuparon todas las posiciones enemigas. La gente pudiente de la
ciudad huyo acompañando a los federales. El general en jefe que se haga un
reconocimiento de la ciudad y que se levante el camp, la hacerlo, se observó,
que los federales no habían enterrado a sus muertos.
Por todos lados había
cadáveres tirados y animales muertos, provocando con esto que hubiera mucha
pestilencia en el lugar. Hay muchos cadáveres en el Cerro de La Pila.
A las 9 de la noche, las
tropas se reconcentraron en El Vergel, esa noche las fuerzas villistas
descansaron en paz en su campamento.