miércoles, 11 de julio de 2018

Personajes de la Revolución: (General Juan Banderas "El Agachado")


General Juan Manuel Banderas “El Agachado”

Durante la Revolución mexicana aparecieron muchos héroes anónimos, que mucha gente no conoce y que figuraron con luz propia, este es el caso del General Juan Manuel Banderas Araiza (A) “El Agachado”. Este personaje nació el 24 de junio de 1872, en Tepuche, municipio de Culiacán, Sin.

 “Su valor personal, la reciedumbre de su carácter y su odio a la injusticia, era un hombre corpulento, fuerte, medía 1.90 metros de estatura y su sola presencia imponía respeto. Era valiente y arrojado hasta la temeridad y nunca se dejó que le pisaran un callo. Hombre de campo sincero y fuerte, bondadoso de corazón y firme en sus ideas políticas". Cabe hacer mención, que por un defecto físico que le obligaba a caminar encorvado, fue apodado “El Agachado”.

El general Juan M. Banderas, se caracterizó por ser el jefe militar más importante en Sinaloa, durante la revolución contra Porfirio Díaz; y el sinaloense más destacado de los que lucharon junto a Villa y Zapata.

A principios de del mes de enero de 1916, el General Banderas decidió rendirse junto con el general Bachomo en Movas, después de sus derrotas en el norte de Sinaloa y por haber perdido toda esperanza en el triunfo de la causa convencionista.

El 1/o. de mayo de 1917, se incorpora al Ejército Nacional, con su grado de General de Brigada, que le fue reconocido a partir de esa fecha, quedando a disposición de la Secretaría de Guerra y Marina.

El domingo 10 de febrero de 1918, a la 01:30 de la tarde, en la dulcería y pastelería “El Globo”, de la ciudad de México. Banderas acababa de entrar al establecimiento, cuando descubre que ahí se encontraba el coronel Miguel A. Peralta acompañado de un hermano y de otro coronel, exclamando el general: "¡Aquí está este diputadito h... que me insultó en la cámara!".

Peralta lo había visto venir por la calle y estaba listo para defenderse, al escuchar a Banderas le respondió llamándolo bandolero, el general se le fue encima, lo abofeteo y lo tomó del cuello estrujándolo.

Peralta, sin que Banderas lo percibiera, agarró su pistola y le hizo un disparó a quemarropa, Banderas se tambaleó, Peralta le hizo otro disparo y el general cayó al suelo, herido de muerte y murmurando que debía de haber usado su pistola y que ahora ya se había amolado.

Temiendo Peralta que lograra usar su pistola, estando ya caído le hizo otros cuatro disparos, vaciando la carga de su pistola. Así, murió el General Juan M. Banderas, “El Agachado”, en su acta de defunción se asentó que “falleció por heridas de arma de fuego en la cabeza, tórax y abdomen".

El coronel Peralta, fue procesado y absuelto por su fuero. Años después, para ser más exactos, el 3 de octubre de 1927, el asesino del General Banderas murió asesinado en Huitzilac, Morelos, junto con el General Francisco R. Serrano y doce colaboradores cercanos, entre los cuales se encontraba su hermano, el también general Daniel Peralta. Se cumplía otra vez la máxima de que “el que a hierro mata a hierro muere”