miércoles, 13 de junio de 2018

Hechos Trágicos de la Revolución (Buadelio “El Güero” Uribe "El mocha orejas")


Buadelio “El Güero” Uribe "El Mocha Orejas"

Cuando llego el General Francisco Villa a Aguascalientes, con el fin de reorganizar su maltrecha División del Norte, se dio cuenta, que la existencia de municiones y granadas tocaba a su fin.  Por lo que mando a su hermano Hipólito Villa conseguir esas municiones en Estados Unidos, cosa que no pudo conseguir su hermano, dándole cuenta por medio de un telegrama, que era imposible hacerlo, ya que los americanos no permitían el paso de un solo cartucho y que mantenían estrechamente vigilada la frontera.

Por lo que decidió, reconcentrar sus tropas en Torreón, mientras solucionaba el asunto de los pertrechos que le faltaban. Por esos días, llego a la ciudad un joven novillero de nombre Ignacio Gómez, quien era hermano del finado torero Merced Gómez, y quien mostraba grandes dotes para la tauromaquia y aseguraban los enterados que iba ser superior al llamado “Califa de León”.

El día de su debut, se encontraban en primera fila los generales Baudelio Uribe y Calixto Contreras, el primero tenía la fama de además de ser valiente, ser un sanguinario. Estos generales eran grandes aficionados a los toros, por eso, olvidándose por un momento de las derrotas sufridas, se dispusieron a disfrutar la corrida, ya que el propio Baudelio “El Güero” Uribe, había escogido 4 novillos que tomo de la Hacienda de la Osa de cruza española y dos más, de la Hacienda de las Cañas, cercana a Torreón, dando cumplimiento a la orden recibida del General Villa. Los animales   eran bravos, gordos y fuertes, de manera que se esperaba   una gran corrida.

La plaza, desde muy temprano, se llenó por todos los tendidos, ya que no sólo el público de Torreón asistió; sino la mayor parte   de los componentes   de las fuerzas   villistas, de manera que el éxito pecuniario estaba completamente asegurado

El General Baudelio “El Güero” Uribe era oriundo de Jiménez, Chih., en donde, desde muy niño se dedicó a la matanza de reses, porque su padre era carnicero. Muy joven se incorporó a la División del Norte, ascendiendo rápidamente por riguroso escalafón, porque no sólo era valiente, sino que procuraba por cuantos medios estaban   a su alcance satisfacer    los deseos de Villa.

La corrida transcurrió sin novedad, luego Nacho Gómez se tiro a matar y lo hizo con tal maestría que, casi inmediatamente cayo el toro agonizante, el publico frenético pidió que le dieran el rabo y las orejas, sin medir palabra “El Güero Uribe” brinco al ruedo y al fin carnicero, le corto el rabo y las orejas al toro y se las ofrendo al torero. Sellando con un abrazo ese momento.

En la noche de ese día, los generales villistas cenaron con el novillero y durante la cena, la conversación derivo hacia la situación actual que pasaba el villismo. Baudelio Uribe comento que muchos villistas empezaron a desertar de las filas de la División del Norte, abandonando a su suerte al General Francisco Villa, que los colmo de favores y de dinero, y lo que era peor, que esos se habían convertido en sus enemigos. Y agrego:

“Sabes Nacho, ahora que brinqué al ruedo para ser yo quien le cortara para ti las orejas al toro, se me ocurrió que eso es lo que debe hacerse con todos los traidores y cobardes que están abandonando   a mi   General Villa”

“Hay que cortarles las orejas, para que, por donde quiera que vayan no puedan ocultar su cobardía y traición, eso se debe de hacer y luego, se las voy a ofrecer a mi General Villa, en premio a su valor y constancia”. Desde aquel día, esa obsesión domino a Uribe.

En el primer combate, en el cual cayeron como 100 ex villistas, desertores de la División del norte, Villa que no hallaba qué castigo darles, porque le parecía poco fusilarlos, fue cuando se le acerco el “Güero Uribe”, quien le dijo:

“No se quiebre la cabeza, mi jefe, hay que cortarles   las orejas y dejarlos ir "pa" que por donde quiera que vayan no puedan   ocultar   que son juilones”.

Villa   se sonrió   de la ocurrencia y esto lo tomó Baudelio como aprobación   y empezó a cortar   orejas.  La tarde de ese día ponían   en libertad    a cien   desorejados. Se calcula que no menos de cinco mil   individuos   mutiló Baudelio “El Güero” Uribe, si anestesia y con una habilidad de carnicero.

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