jueves, 2 de agosto de 2018

La Batalla de Zacatecas: Antecedentes

Antecedentes de la Batalla de Zacatecas

Transcribo para ustedes el ultimo telegrama que le enviaron a Carranza los generales villistas de la División del Norte, encabezados por el General Felipe Ángeles, telegrama que fue, el punto de quiebre para el futuro del General Felipe Ángeles, que años después le costó la vida, cuando fue asesinado por órdenes de Carranza y cito:



"Su   último   telegrama   nos hace suponer que usted no ha entendido o no ha querido entender nuestros dos anteriores.  Ellos dicen, en   su parte   más importante, que nosotros no tomamos en consideración la disposición de usted para que  deje  el  General  Villa  el  mando de la División  del  Norte,  y  no podíamos  tomar  otra  actitud  en contra  de  esa disposición  impolítica, anti constitucionalista y antipatriótica”.



“Hemos   convencido   al general Villa de que los  compromisos   que  tiene   contraídos   con  la  patria,   lo   obligan   a  continuar   con  el mando   de   la   División   del   Norte,   como  si  usted   no hubiera    tomado   la   malévola   resolución   de   privar   a nuestra   causa  democrática de  su  jefe  más  prestigiado, en  quien   los  liberales  y los  demócratas mexicanos  tienen  cifradas  sus  más  caras  esperanzas”.   



“Si él lo escuchara a usted, el pueblo mexicano, que ansía el triunfo de   nuestra   causa.   no   sólo  anatematizaría   a  usted por   solución    tan   disparatada,    sino    que   vituperaría también   al   hombre   que  en   camino   de  libertar  a  su país de  la  opresión  brutal   de  nuestros  enemigos,  abandona  las  armas  para  sujetarse   a  un  principio  de  obediencia   a  un  jefe  que  va  defraudando  las  esperanzas del  pueblo  por  su  actitud   dictatorial, su  labor  de  desunión   en  los   estados  que   recorre,  y  su  desacierto   en la     dirección de nuestras relaciones exteriores”.



“Sabemos   bien que   esperaba usted la ocasión     para opacar un   sol que opaca el brillo de usted    y contraría   su deseo de que no haya en la revolución, hombre de poder que no sea incondicional carrancista, pero por sobre los   intereses de usted, están los del pueblo    mexicano, a quien es indispensable la   prestigiada    y victoriosa espada del   señor General   Villa”.   



“Por lo expuesto, participamos   a usted   que la resolución de marchar hacia el Sur es terminante, y por consiguiente no pueden ir a ésa los generales que usted indica. De usted   atentamente. General Felipe Ángeles”.



A pesar de todos estos antecedentes, el rompimiento   no se produce, todavía entre ambos jefes. Carranza permite que Villa se dirija a Zacatecas y aguarda los acontecimientos, la insubordinación de los generales villistas Carranza tuvo que tolerarla circunstancialmente, debido a las condiciones específicas del frente.



El distanciamiento definitivo y ulterior enfrentamiento, vendrá después de la Batalla de Zacatecas, ya que dese mucho antes no había confianza mutua entre ellos, porque si Villa desconfiaba de Carranza, tampoco Carranza confiaba en Villa, esta falta de confianza iba haciendo más peligrosa la situación.



Al menos para entender la desconfianza que el General Francisco Villa sentía por Carranza. En sus memorias Villa menciona lo siguiente:



"A poco de estar en Ciudad Juárez equipando mis fuerzas para emprender un nuevo ataque sobre Torreón, supe que me había nombrado como superior al General Álvaro Obregón, quien nada sabía, ni tenía que ver con los asuntos de Chihuahua'".



Villa sigue con su relato y nos recuerda su primera entrevista con Carranza:



"Llegó el día en que nos vimos el Primer Jefe y yo, mi primer impulso   fue de respeto hacia aquel anciano que traía la representación del honor y la justicia, por la que nuestra gente se moría en los combates, pero a las pocas palabras que hablamos mi sangre se empezó a helar, porque comprendí que no le podría abrir mi corazón, pues para él no era yo un amigo sino un rival “.



“Jamás me miraba derecho y toda su conversación se reducía a recalcarme nuestras diferencias de origen, haciéndome ver que él lo había sido todo: desde presidente municipal, jefe político, gobernador, senador, hasta Primer Jefe”.



“Nada había de común entre aquel hombre y yo; él era un político y yo un humilde luchador, nos separamos aparentemente en buena armonía, me aguanté el disgusto y me fui a atacar Torreón."



A partir de ese momento, el General Francisco Villa, nunca le tuvo confianza a Carranza. En lo particular, para mí, Carranza no merece estar en el sitio en donde está, ya que con sus intrigas provoco que el movimiento armado se extendiera más y hubiera muchos más muertos.



El asesinato del General Emiliano Zapata y del General Felipe Ángeles, el primero a causa de una traición hospiciada por él y el segundo, producto de un remedo de consejo de Guerra, siempre fue una mancha a su gobierno, afortunadamente el tiempo siempre hace pagar a todos los que como él se conducen con traición y en este caso murió asesinado en Tlaxcalatóngo, Pue.


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