Preparativos para la Defensa de la Plaza
Después
de derrotar a los revolucionarios, cuando estos pretendieron tomar la Plaza de
Zacatecas del 9 al 14 de junio de 1914 ya al saber que la poderosa División del
Norte al mando del General Francisco Villa avanzaba hacia Zacatecas, los
federales, iniciaron los trabajos de defensa de la plaza.
Para
esto, los federales organizaron dos líneas de defensa, la exterior con puntos
de apoyo en los cerros “Magistral”, “Tierra Colorada” y “Tierra Negra”; en la
Villa y Mesa de Guadalupe y en el “Cerro del Padre”.
La
línea de defensa interior, cuyos puntos de apoyo se materializaba en los cerros
“De la Bufa”, “Del Grillo” y “Lomas del Refugio”, construyendo únicamente
emplazamientos de artillería “El Grillo” y “La Bufa” y algunas trincheras en la
parte alta de los mencionados cerros, no en la cresta militar, si no, en la
cresta topográfica. Otras posiciones importantes se materializaron, tales como
los cerros de “Loreto”, “Los Clérigos” y “La Sierpe”
Los
artilleros federales fortificaron la ciudad y emplazaron varias piezas de
artillería, como a continuación se describe:
3
cañones de 80 milímetros en el cerro de “La Bufa”, 3 en el cerro de “El
Grillo”, 2 en la “Loma del Refugio” y uno en “Santo Domingo”, en “El Capulín”,
en “El Crestón Chino”, en el retén de “La Encantada” y en el “Cerro del Padre”.
Asimismo,
el 20 de junio, arribo a Zacatecas proveniente de San Luis Potosí, el General Antonio
G. Olea, con mil hombres, 4 piezas de
artillería de calibre 75 milímetros, ametralladoras, granadas y municiones. A
continuación, el General Olea mando dos piezas al “Grillo”, con lo que su
número ascendió a 5 cañones y las otras dos las mando a la “Bufa” existiendo en
ese lugar en total 5 cañones.
En
cuanto los efectivos de las tropas que defendían la plaza ascendían a
aproximadamente 12 mil hombres y no menos de una docena de generales, que
estaban al mando del General Luis Medina Barrón, recientemente ascendido a
divisionario, por su triunfo sobre las tropas de Natera y Arrieta.
Entre
los generales podemos citar a Benjamín Argumedo, “El Tigre de la Laguna” y los
federales Jacinto Guerra, Manuel Altamirano, Antonio Rojas, José Soberanes,
Juan N. Vázquez, Lucio Gallardo, Francisco A. Figueroa y otros más de menor
jerarquía, pero muy importantes.
En
resumen, Victoriano Huerta concentro en Zacatecas a todos los elementos de
línea que pudo disponer, aumentados por los que obligaban alistarse en el
ejercito de leva.
En
sus memorias el General Antonio G, Olea, menciona que cuando se presentó ante
el comandante en jefe de la plaza, General Luis Medina Barrón, le dijo lo
siguiente:
“La
Plaza de Zacatecas no era defendible, que lo mejor sería evacuarla,
retirándonos hacia el Cañón de Palmira, ubicado a 12 kilómetros de Zacatecas”.
“A
lo que me contesto, que eso era imposible y me enseño un telegrama de la
Secretaría de Guerra, en donde se le ordenaba terminantemente que debería
defender la plaza a toda costa”.
Mientras
tanto las tropas de la División del Centro y la de Durango, recibieron órdenes
para que fuera evacuada Calera, con el fin de dejar espacio y alojamiento para
las tropas villistas que ya venían en camino.
En
acatamiento a lo ordenado, las tropas de Durango, ocuparon posiciones en el
cerro de “Mata pulgas” y la cordillera de las minas de Tinto por el ala
derecha, mientras que las tropas de la División del Centro se posesionaron de
las “Cumbres de Santa Fe” y del “Cerro del Mezteño” con lo había quedado
cubierto el sur de la Plaza de Zacatecas, con el fin de cortar la retirada del
enemigo si la ocasión se presentaba.
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