Las esposas de Porfirio Díaz
Casi la mayoría de las personas en México tienen una vaga
idea de quien fue el General Porfirio Díaz Morí, saben que un brillante militar
defensor de la República
y que fue presidente de México durante 35 años. Y aunque conocemos algunos aspectos de su vida privada y otros no.
Por ejemplo, Don Porfirio casi fue cura, ya que fue
seminarista y lo hubiera sido, si hubiera conocido a Don Manuel Pérez,
reconocido liberal de la época, que lo presentó con Don Benito Juárez, en aquel
entonces Gobernador de Oaxaca y por, un sinnúmero de libros escrito en latín,
de corte liberal, que le presto, para que en ellos él se apoyara en la
enseñanza de latín que le iba a da a su hijo.
En esta ocasión vamos a hablar de las dos esposas de Don
Porfirio, una fue, Doña Delfina Ortega Díaz, su sobrina carnal y la otra fue,
Doña Carmen Romero Rubio, las dos en su momento, desempeñaron el cargo de
primeras damas de México y que aparte de serlo, fueron las que estuvieron a su
lado incondicionalmente en las buenas y en las malas.
Doña Delfina Ortega Díaz.
Nació el 20 de octubre de 1845 en Oaxaca, era hija de
Victoria Manuela Josefa Díaz Mori, hermana de Don Porfirio y del doctor Manuel
Antonio Ortega Reyes. Delfina era fruto de una relación extramatrimonial, pues
su padre estaba comprometido con otra mujer. Por este motivo, se negó durante
mucho tiempo a reconocer a su hija.
Cuando su madre falleció, se hizo cargo de Delfina su tía
Nicolasa Macedonia Díaz. Aunque mantenía contacto con su tío Porfirio, lo veía
en escasas ocasiones, debido a la intensa actividad militar de Don Porfirio.
Fue durante una visita de Porfirio a su familia, cuando se
reencontró con su sobrina. Esta vez ya convertida en una bella adolescente. Don
Porfirio, 15 años mayor que la joven, quedó prendando de ella. El 15 de mayo de
1867 Delfina y Porfirio contrajeron matrimonio. Fruto de esta unión nacieron
ocho hijos, de los que sólo dos llegaron a la edad adulta. Delfina se hizo
cargo de Amada Díaz, fruto de una relación de Don Porfirio con Rafaela
Quiñones. Delfina la quiso y trató siempre como si fuera su verdadera hija.
Mujer culta, le gustaba estar informada sobre los asuntos de
estado. Aunque siempre se mantuvo en un discreto segundo plano mientras ocupó
el cargo de Primera Dama. El 8 de abril de 1880 falleció en su residencia
debido a complicaciones en el parto de su última hija, que también falleció.
Doña Carmen Romero Rubio Castelló.
Nació el 20 de enero de 1864 en Tamaulipas, era hija de
Manuel Romero Rubio y Agustina Castelló. Don Porfirio conoció a su segunda
esposa poco tiempo después de la muerte de Doña Delfina. El encuentro tuvo
lugar en la Embajada de Estados Unidos, durante una recepción. El 5 de
noviembre de 1881 contrajeron matrimonio civil y un día después aconteció la
boda religiosa. El matrimonio no tuvo hijos, pero Carmen cuidó de los hijos de
Porfirio como si fuesen suyos.
En el momento de contraer matrimonio Don Porfirio no era
Presidente de México. Pero cuando volvió a serlo, Doña Carmen se convirtió en
una discreta Primera Dama. Colaboró en obras de beneficencia y asistió a actos
de inauguración, entre otros eventos públicos. En 1911 acompañó a Don Porfirio
al exilio, el cual lo vivió en la ciudad de Paris, Francia. Después de la
muerte de Don Porfirio, ella continuó viviendo en la capital francesa hasta
1931. Ese año, decide volver a México, donde fallecerá el 25 de junio de 1944.
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