jueves, 5 de julio de 2018

General Porfirio Díaz Mori (¿Quienes fueron sus esposas?)


Las esposas de Porfirio Díaz

Casi la mayoría de las personas en México tienen una vaga idea de quien fue el General Porfirio Díaz Morí, saben que un brillante militar defensor de la República


y que fue presidente de México durante 35 años. Y aunque conocemos algunos aspectos de su vida privada y otros no.

Por ejemplo, Don Porfirio casi fue cura, ya que fue seminarista y lo hubiera sido, si hubiera conocido a Don Manuel Pérez, reconocido liberal de la época, que lo presentó con Don Benito Juárez, en aquel entonces Gobernador de Oaxaca y por, un sinnúmero de libros escrito en latín, de corte liberal, que le presto, para que en ellos él se apoyara en la enseñanza de latín que le iba a da a su hijo.


En esta ocasión vamos a hablar de las dos esposas de Don Porfirio, una fue, Doña Delfina Ortega Díaz, su sobrina carnal y la otra fue, Doña Carmen Romero Rubio, las dos en su momento, desempeñaron el cargo de primeras damas de México y que aparte de serlo, fueron las que estuvieron a su lado incondicionalmente en las buenas y en las malas.

Doña Delfina Ortega Díaz.

Nació el 20 de octubre de 1845 en Oaxaca, era hija de Victoria Manuela Josefa Díaz Mori, hermana de Don Porfirio y del doctor Manuel Antonio Ortega Reyes. Delfina era fruto de una relación extramatrimonial, pues su padre estaba comprometido con otra mujer. Por este motivo, se negó durante mucho tiempo a reconocer a su hija.

Cuando su madre falleció, se hizo cargo de Delfina su tía Nicolasa Macedonia Díaz. Aunque mantenía contacto con su tío Porfirio, lo veía en escasas ocasiones, debido a la intensa actividad militar de Don Porfirio.

Fue durante una visita de Porfirio a su familia, cuando se reencontró con su sobrina. Esta vez ya convertida en una bella adolescente. Don Porfirio, 15 años mayor que la joven, quedó prendando de ella. El 15 de mayo de 1867 Delfina y Porfirio contrajeron matrimonio. Fruto de esta unión nacieron ocho hijos, de los que sólo dos llegaron a la edad adulta. Delfina se hizo cargo de Amada Díaz, fruto de una relación de Don Porfirio con Rafaela Quiñones. Delfina la quiso y trató siempre como si fuera su verdadera hija.

Mujer culta, le gustaba estar informada sobre los asuntos de estado. Aunque siempre se mantuvo en un discreto segundo plano mientras ocupó el cargo de Primera Dama. El 8 de abril de 1880 falleció en su residencia debido a complicaciones en el parto de su última hija, que también falleció.

Doña Carmen Romero Rubio Castelló.

Nació el 20 de enero de 1864 en Tamaulipas, era hija de Manuel Romero Rubio y Agustina Castelló. Don Porfirio conoció a su segunda esposa poco tiempo después de la muerte de Doña Delfina. El encuentro tuvo lugar en la Embajada de Estados Unidos, durante una recepción. El 5 de noviembre de 1881 contrajeron matrimonio civil y un día después aconteció la boda religiosa. El matrimonio no tuvo hijos, pero Carmen cuidó de los hijos de Porfirio como si fuesen suyos.

En el momento de contraer matrimonio Don Porfirio no era Presidente de México. Pero cuando volvió a serlo, Doña Carmen se convirtió en una discreta Primera Dama. Colaboró en obras de beneficencia y asistió a actos de inauguración, entre otros eventos públicos. En 1911 acompañó a Don Porfirio al exilio, el cual lo vivió en la ciudad de Paris, Francia. Después de la muerte de Don Porfirio, ella continuó viviendo en la capital francesa hasta 1931. Ese año, decide volver a México, donde fallecerá el 25 de junio de 1944.

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